Luis Lander: “Solo con negociación electoral podría alterarse el orden de la ruta Guaidó“


Los procesos comiciales después de 2015 han sido realizados a la carrera y con un tiempo mínimo para la ejecución de las actividades del cronograma electoral, además de presentar una cadena de irregularidades que deben ser subsanadas antes de que en el país se logren elecciones libres como ha planteado el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado el 23 de enero. Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), en entrevista para TalCual, señaló que es esencial lograr algunos cambios en el sistema comicial que son posibles sí hay voluntad política para blindar una nueva contienda presidencial.
-¿Existe la posibilidad de alterar el orden de la fórmula de Juan Guaidó y hacer elecciones presidenciales antes del cese de la usurpación?
-Hay una cosa que se debe tener clara y es un factor importante: Las elecciones realizadas después de 2015 han estado cargada de irregularidades y eso ha mermado enormemente la capacidad que tiene el sistema electoral hasta ahora, a menos que se produzcan modificaciones previas. Estas irregularidades involucran la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), de alcaldes, de gobernadores y las presidenciales de 2018. Deben darse cambios para que una parte importante de la población tenga confianza en el sistema electoral y en los resultados de las elecciones que se produzcan. En este asunto debe cambiarse todo lo que tiene que ver con el arbitraje electoral que es algo más que el Consejo Nacional Electoral (CNE), es también el sistema judicial, porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha tomado decisiones que afectan el sistema electoral; y el Poder Ciudadano que a través de la Contraloría General de la República ha emitido dictámenes administrativos que inhabilitan a potenciales candidatos.
¿Es posible hacer los cambios que se requieren bajo este gobierno? Tengo mis dudas, es poco probable, pero podría haber eventualmente una negociación que se centre en que el gobierno acepte las modificaciones en el arbitraje electoral, que se puede resumir a lograr un CNE que sea razonablemente aceptado por la mayoría de los actores políticos del país y la sociedad en su conjunto y que logre el compromiso para por lo menos que el sistema judicial como el Poder Ciudadano se inhiban de intervenir en el proceso. Si se produjera una negociación de este tipo entre los dos gobiernos sobre el arbitraje electoral podría alterarse el orden de la trilogía de Guaidó y hacer unas elecciones antes de la salida del usurpador. No es nada fácil, ni hay indicios de que pueda lograrse eso.
-¿Es posible hacer una elección a la carrera?
Hasta 2015, los resultados electorales eran más o menos reconocidos como válidos, eso cambió en los últimos procesos, desde 2017, y con mayores irregularidades que en procesos anteriores. Dentro de las cosas comunes de los procesos después de 2015 es que fueron elecciones hechas a la carrera. Son elecciones que se han convocado con cuando más tres meses de anticipación y, en algunos casos, ni siquiera con dos meses de anticipación. Eso afecta a las 100 actividades que deben realizarse, en algunas un pocas más, han sido reducidas en exceso o eliminadas, obviamente merma la calidad de los resultados electorales y eso lleva a la situación que tenemos ahora, unos resultados electorales claramente considerados como ilegítimos como los del 20 de mayo de 2018.
-¿Cuánto sería el tiempo mínimo que se requeriría para una elección presidencial si se lograra un acuerdo para cambiar el CNE?
Esa es la pregunta de las 64 mil lochas. En el Observatorio Electoral siempre hemos dicho que en condiciones normales no debería haber una elección que se convocara con menos de seis meses de antelación para poder realizar todas las actividades de manera debida. Para esta elección en particular, se le agrega que ese tiempo de 6 meses debe ser antecedido por la constitución de un arbitraje electoral reconocido por todos. No puede ser para mañana.  Hay algunas actividades programadas en el cronograma que puedan reducirse en el tiempo. Deben evaluarse todos los elementos. Debe actualizarse el Registro Electoral (RE) y esto es crucial. A diferencia de principios del gobierno chavista cuando se hacían operativos para el Registro Electoral (CNE), eso no se ha hecho de la misma manera, en los últimos años, y algunos estudios dicen que ya superan los dos millones de venezolanos que tienen la edad para votar y no se han inscrito, hay que hacer el esfuerzo para llamar a esa gente a votar. Además hay que ver cómo se hace con los venezolanos que están fuera del país que para una elección presidencial tienen derecho al voto.
No hay ninguna cifra oficial segura, pero se habla de entre 2 y 4 millones de venezolanos emigrados y en el RE en el exterior están apenas 110 mil. Por su cuantía pueden afectar los resultados electorales y hay que hacer un esfuerzo para que puedan votar. ¿Ahora cuántos días puede llevarse eso? En las últimas elecciones se ha reducido a pocos días y sin demasiado esfuerzo por el CNE; se requiere mucho tiempo, pero no se tiene ese tiempo, hay que definir cuánto tiempo se le dedica a esta actividad.
-¿Además del RE qué otras condiciones se requieren para que haya elecciones presidenciales libres?
-La reestructuración del arbitraje electoral es absolutamente crucial para poder hacer unas elecciones presidenciales libres. Una vez hecho esto, el nuevo Poder Electoral tendría que hacer la convocatoria de la fecha de las elecciones con el cronograma correspondiente y hacerlo público. Otra cosa que hay que hacer es la actualización del Registro Electoral como ya dije. Otro aspecto es el proceso de postulaciones, desde 2015 se ha afectado de manera negativa los procesos electorales porque se hace la convocatoria y se dice pasado mañana y el día siguiente son las postulaciones. Eso obviamente no es el tiempo requerido porque no es solamente operativo técnico de inscribir candidatos, sino que hay un proceso político para eso. Cuando se convocaron las elecciones para abril, y luego se pospusieron para mayo del año pasado, sería tremendamente ingenuo pensar que quienes hicieron esa convocatoria no tenían claro que una parte importante del mundo político venezolano no tenía candidato definido.  Aunque no fue el único elemento que incidió en esto, sabían que el proceso para llegar a un candidato no sería nada fácil, pero obviamente no se pudo lograr un entendimiento, debe darse tiempo a las postulaciones.
Debe revisarse el catastro y los centros de votación donde se reparten los electores, hasta ahora esto se ha hecho con cierta perversión y sesgo político. Por ejemplo, en los edificios de la Misión Vivienda en la avenida Libertador, se colocaron centros de votación con menos de 200 electores para los habitantes de un edificio, ubicados a menos de tres cuadras de los centros de votación tradicional.  Otra actividad que debe hacerse tiene que ver con el proceso de auditoría del sistema automatizado del voto, por una razón técnica operativa y además hasta 2015 esas auditorías eran hechas por técnicos asignados por los actores políticos con un equipo plural. Aquí no es posible reducir el tiempo porque la auditoría debe generar confianza en que el voto funcione bien y se aumente la participación. Otra cosa que se requiere es la capacitación de los miembros de mesas y la posibilidad real de observación independiente de organismos nacionales como internacionales que permitan con autonomía observar con libertad el proceso electoral que no es solo el día de las elecciones. También debe generarse confianza en el elector través del uso de la tinta indeleble, que en las últimas elecciones se ha eliminado; y la realización de simulacros electorales para que el elector se familiarice con la máquina.
-¿Con el apoyo de varios países a Juan Guaidó podría haber una posibilidad real de una observación internacional viable?
Yo creo que sí. Hay varios que están interesados en hacerlo. Formalmente la observación internacional se ha hecho sobre la base de que el Poder Electoral emite una invitación a la Unión Europea (UE), a las Naciones Unidas, a la Organización de Estados Americanos (OEA) o al Centro Carter para que vengan a hacer observación. Esas son instancias complejas y han dicho que una invitación, por lo menos la UE, con menos de seis meses no pueden atenderla. Pero creo eso es en situaciones normales, yo creo que ahorita hay una flexibilidad sobre la situación venezolana y estas instancias internacionales están claramente interesados en contribuir a que se solucione la crisis política en Venezuela y garantizar una observación de calidad y no un acompañamiento como se ha hecho en los últimos procesos.
– También deben levantarse inhabilitaciones a partidos y dirigentes políticos
– Eso es absolutamente crucial. Hay algunas inhabilitaciones que son hechas a individuos por la Contraloría, pero sus funciones tienen que ver con monitorear el comportamiento de funcionarios designados, más no con funcionarios electos. Esa es una diferencia crucial porque los mecanismos para inhabilitar son diferentes. Deben habilitarse a todos los que están inhabilitados, en el caso de los diputados no puede haber una inhabilitación si primero la Asamblea Nacional no aprueba un juicio y luego hay una sentencia definitivamente firme. La última tanda de la inhabilitación de los partidos ocurrió mediante una flagrante violación a la Constitución, según la cual la legislación no tiene carácter retroactivo y eso ocurrió después de la elección de alcaldes de 2017, cuando la ANC emitió un decreto donde inhabilitaba a los partidos que no participaron en esa elección, siendo que cuando se hizo ese proceso no había ninguna disposición al respecto. Debe permitirse que la pluralidad que existe en el país se exprese si efectivamente queremos que sean unas elecciones libres.

Fuente: diario TalCual