Validación de partidos: de 64 sólo quedan 22

Conocido el pronunciamiento del Poder Electoral sobre las conclusiones de la renovación de partidos, el OEV presenta un breve balance del proceso que, desde la convocatoria formal, se prolongó injustificadamente durante un año y tres meses, con un diseño que perjudicó a organizaciones pequeñas y medianas, lesionando el pluralismo político al dificultar su validación

De los 59 partidos políticos convocados para renovar su inscripción ante el Poder Electoral, el 7 de agosto se conoció que solo 17 alcanzaron cumplir con los requisitos impuestos por el organismo, equivalente al 28,8% del total. Otras 42 organizaciones fueron ilegalizadas y no estarán habilitadas para postular candidatos para las elecciones regionales de 2017, cuya inscripción se realizará entre el martes 8 y el miércoles 9 de agosto, apenas un día después del anuncio.
Entre los partidos convocados inicialmente para renovar su inscripción ante la autoridad electoral, cuatro (Tupamaro, Nuvipa, Partido Comunista y Unidad Democrática) quedaron exentos de completar el proceso una vez que el Tribunal Supremo de Justicia publicó la sentencia N° 223, el 28 de abril de 2017. En ese fallo la Sala Constitucional ordenó reconocer la votación obtenida en las parlamentarias de 2015 para las toldas que participaron.
A excepción de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Puente, IPP y UPP89 –estos tres últimos partidos registrados luego de las últimas elecciones–, todas las organizaciones estaban obligadas a renovar su nómina por no haber obtenido más de 1% en los comicios del 6 de diciembre de 2015, cuando la oposición decidió acudir con tarjeta única. Sin embargo, después de la sentencia, cada organización debía obtener el 0,5% del Registro Electoral en al menos 12 estados del país para legitimarse.
Aunque no era parte de los requisitos, partidos medianos y pequeños –tales como Alianza Bravo Pueblo (ABP), La Causa Radical (LCR) y Proyecto Venezuela (PV)– teniendo representantes electos al Parlamento Nacional, alcaldías y Concejos Municipales, no lograron validarse en las condiciones definidas por el CNE para este proceso. Otras organizaciones, que validaron solo en los estados donde no alcanzaron el 0,5% –como Bandera Roja y Redes–, no cumplieron la meta. Las organizaciones políticas nacionales autorizadas para inscribir candidaturas en los próximos comicios son:

  1. Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)
  2. Independientes Por el Progreso (IPP)
  3. Unidad Política Popular 89 (UPP 89)
  4. Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
  5. Partido Unión y Entendimiento (Puente)
  6. Nueva Visión para mi País (Nuvipa)
  7. Partido Comunista de Venezuela (PCV)
  8. Tendencias Unificadas para Alcanzar el Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaros)
  9. Acción Democrática (AD)
  10. Un Nuevo Tiempo Contigo (UNTC)
  11. Movimiento Primero Justicia (MPJ)
  12. Avanzada Progresista (AP)
  13. Voluntad Popular (VP)
  14. Movimiento Al Socialismo (MAS)
  15. Por la Democracia Social (Podemos)
  16. Organización Renovadora Auténtica (ORA)
  17. Patria Para Todos (PPT)
  18. Movimiento Electoral del Pueblo (MEP)
  19. Nuevo Camino Revolucionario (NCR)
  20. Copei
  21. Movimiento Político Alianza Para el Cambio (MPAPC)
  22. Unidad Popular Venezolana (UPV)

El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) presenta a continuación algunos resultados de su observación durante este proceso.
La validación empezó a correr en mayo de 2016 y estaba pautada para terminar en noviembre de ese año, pero después de experimentar cinco extensiones, inició formalmente el pasado 4 de marzo. Pese a que el Poder Electoral está capacitado para dar los resultados en tiempo real, las autoridades decidieron prolongar hasta el 7 de agosto –dos meses adicionales– la difusión de las conclusiones.

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A esto se suma la irregularidad de que el CNE aprobó el informe sobre la renovación de partidos apenas un día antes de la inscripción de candidaturas para elegir gobernadores y Consejos Legislativos, a las 7:24 de la noche.

Criterios desiguales y otros obstáculos

Bajo un criterio arbitrario, el CNE estipuló 390 puntos de validación biométrica en los 335 municipios del territorio nacional que, al funcionar durante 20 días, significó el despliegue de 7.320 centros susceptibles de ser observados, la mayoría de ellos ubicados en parques y plazas públicas que no contaban con estructura física adecuada. Si bien se colocó al menos una máquina en cada municipio, para un total de 439 máquinas distribuidas en el país, no fue considerada la proporción poblacional.
Así, los escenarios proyectaron que en Cojedes y Amazonas, por ejemplo, podrían validar hasta siete partidos por jornada. En cambio, en entidades con más electores, como Zulia y Carabobo, podría validar apenas uno. Todo esto confirma que el sistema diseñado por el árbitro limitó de antemano el número de partidos que podrían cumplir con los requisitos en una misma jornada. En este sentido, extraña que en la antepenúltima y penúltima jornada– del 20 al 28 de mayo– tres partidos lograron validar cada fin de semana, algo que parecía poco probable.
Además de los obstáculos referidos al número de máquinas y el traslado a puntos inhóspitos en los estados rurales, cada partido tuvo sólo 14 horas para alcanzar el objetivo. Otro impedimento resaltante fue la instrucción girada a los operadores de actualizar los datos biográficos de cada elector, incrementando el tiempo de validación y retrasando el proceso.

Asistencia e incidencias

De los 390 puntos de validación, el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) determinó una muestra sistemática, probabilística y representativa de 50 puntos cada fin de semana, visitados por un equipo de 314 voluntarios de la red de observación.
A grandes rasgos, el proceso puede dividirse en dos fases: los primeros cinco bloques –utilizando la terminología del CNE– correspondieron principalmente a la validación de partidos opositores y los últimos cinco bloques estuvieron asociados a la renovación de partidos pro-oficialistas. Ambas etapas exhibieron tendencias distintas.
Mientras la primera fase estuvo marcada por una alta afluencia de ciudadanos y desorganización de parte del Poder Electoral, la segunda se caracterizó por la ausencia de testigos de los partidos convocados a validarse y una baja asistencia con filas que no superaron las 30 personas y que, en algunos casos, llegaron a cero. Con el transcurso del tiempo, las fallas técnicas fueron mermando  y los puntos fueron operando cada vez más temprano hasta normalizarse y abrir antes de las 8:30 de la mañana.
Esto explica que durante los primeros cinco bloques muchos militantes quedaron sin validar por la organización de su preferencia, aunque algunos puntos prorrogaron su hora de cierre por aún quedar ciudadanos en cola; algo que no hizo falta en los últimos bloques. Pese a que los hechos violentos fueron aislados, la mayor cantidad se reportó durante la validación de los partidos de oposición, representando el 1,62% de todo el proceso.
Para muestra un botón. En el primer día de validación, el punto en Caracas ubicado en La Rinconada comenzó a operar a las 11:00 de la mañana por la ausencia de una extensión eléctrica, retardando drásticamente el proceso. El fin siguiente, en Caricuao, también en la capital venezolana, un grupo de personas incendió el toldo de Voluntad Popular y agredió físicamente a quienes participaban en la jornada. Una semana más tarde, en la parroquia caraqueña 23 de enero, el personal del CNE se vio obligado a suspender el proceso en medio de sabotajes y amedrentamiento, provocando el cierre anticipado del punto al iniciar el turno de la tarde. Pasaron cosas similares en Escuque, Trujillo, ese fin de semana y en el municipio Libertador de Monagas la semana de arriba. En ninguno de los casos el Plan República actuó para contener las incidencias.
Pese a que la presencia de los funcionarios de la Guardia Nacional alcanzó un 90,65% en los puntos de validación, en los últimos cinco bloques fue menor. La presencia de testigos de los partidos políticos en el proceso fue de 78,14%, mientras que los problemas técnicos se observaron en 6,93% de los puntos.
Nuestros observadores registraron igualmente otro tipo de anomalías: puntos ubicados muy cerca de operativos gubernamentales para obtener el Carnet de la Patria, generando confusión en los ciudadanos; ausencia de señalización que complicó la localización del centro; testigos de los partidos no recibieron sus credenciales a tiempo; fallas en los equipos técnicos, especialmente en los lectores de huellas; ciudadanos que no aparecieron registrados en el estado; entre otras.

Otras omisiones del CNE

El Poder Electoral no convocó a observadores o partidos políticos para las auditorías técnicas al sistema y mantuvo en silencio durante el proceso todos los criterios que emplearía: aplicaciones de hardware y software; detalles sobre la recolección, almacenamiento, transmisión y procesamiento de los registros; garantía sobre el secreto de la información del elector; la cadena de confianza de los datos; etc. Incluso, nunca hubo garantía de que la preferencia del elector por un partido político terminaría contando efectivamente para esa organización.
El organismo no hizo ningún esfuerzo de difusión que ayudara a los ciudadanos a informarse acerca del proceso. En resumen, el CNE organizó un proceso en condiciones que dificultaron la participación, hizo caso omiso a los reclamos de los partidos políticos e hirió la pluralidad política al quedar invalidados la mayoría de partidos mediante una decisión de naturaleza administrativa.
Desde que comenzó el proceso el OEV alertó sobre todos los obstáculos impuestos: los plazos, la ubicación de los puntos y la cantidad de máquinas dispuestas. Básicamente, consistió en una gestión administrativa que dificultó a partidos pequeños y medianos cumplir con las exigencias.

Resultados de la observación del OEV sobre la renovación de partidos CNE